Si tenemos bidet en casa o uno de esos inodoros japos modernos con un chorro de agua, no te hace falta leer más. Úsalo.
Si no tienes esa suerte y en tu casa lo que se ha usado toda la vida es papel higiénico y no te satisface su efectividad y capacidad para irritar tus hemorroides, sigue leyendo.
Lo ideal para limpiarse después de 'ir al baño' son las toallitas húmedas, del tipo que se usa para limpiar a los bebés, aunque no son específicas para estos, se encuentran como 'Toallitas WC' o 'Papel higienico humedo'. Pueden parecer algo caras, pero a la larga diría que son bastante más baratas porque con una sola nos da para limpiarnos bien
Pero ojo no todas igual de buenas:
Hay unas que están hechas de un material resistente, que no se rompe ni deja pelusillas y tienen una loción limpiadora muy efectiva que no deja residuos jabonosos y se desliza bien.
Otras parecen más un papel higiénico mojado, se estiran al sacarlas y no se deslizan ni limpian nada bien.
Son las dos únicas marcas que he probado de momento. Valen prácticamente lo mismo, unos 2 centimos cada toallita, pero no tiene nada que ver una con la otra.
Bien, con unas toallitas limpiadoras decentes, el método de limpieza es sencillo:
Tras acabar de defecar, y
manteniendonos sentados (porque si nos levantarnos si tenemos un resto puede ensuciar las nalgas) hacemos una
pasada suave para retirar los resto de mierda, un posible trozo de mojón, enteros sin restregarlos.
Doblamos la toallita (como es lógico) y damos varias pasadas por el ojete y las periferias antes de volverlo a doblar porque al estar impregnado en la loción limpiadora no restregamos la suciedad en la piel.
Ya está, tienes el ojete impecable y no te has provocado un escozor por la fricción del papel convencional.
Puedes salir a hacer deporte sin ir sudando una fragancia de mierda; montar en bici recién cagado sin un escozor de culo.
Tu vida ha cambiado.